Vine a este país para sacar adelante a mi familia y recuperar parte de lo que ustedes se llevaron del mío.
He cortado fresa a 50 grados, dormido entre cartones y compartido mi comida con ratas y moscas.
He trabajado de sol a sol limpiando culos, haciendo comidas, planchando. Por un misero sueldo y una habitación.
Gracias al color de mi piel y unos papeles que nunca llegan, he sido humillada, vejada y violada. Soy emigrante antes que persona, que es lo mismo que no ser nada.
Solo queda, que me chupen la sangre por habéroslo contado.