viernes, 2 de octubre de 2009

20 días....



20 maravillosos días en donde la desnudez nos acompaña a cada momento convirtiéndose en nuestra inseparable compañera, 20 días donde formamos parte de la naturaleza en su estado más primitivo, 20 días en los cuales nuestra piel es mecida por el viento y tostada por el sol.


Convivimos con cientos de personas que optan por no usar ropa, gente normal rodeada de gente normal y maravillosa, en donde no somos engañados por los decorados que nos rodean en nuestra vida textil.

Nada nos diferencia ni a favor ni en contra, aparcamos nuestros complejos a la entrada y hacemos de nuestra desnudez nuestra mejor tarjeta de visita, mostrándonos a los demás como realmente somos.

Como todo, lamentablemente se acaba, pero empezamos a desear volver, a este entorno natural de naturistas en donde el tiempo pasa lento y las relaciones entre iguales se convierten en la piedra filosofal, en el elixir de la vida del propio sistema.

(...)“Se trata de hombres de diversas estirpes, que profesan diversas religiones y que hablan en diversos idiomas.Han tomado la extraña resolución de ser razonables.Han resuelto olvidar sus diferencias y acentuar sus afinidades. (...)


Jorge Luís Borges.