Después de la que esta cayendo me gustaría robarte unos minutos de tu tiempo para recordarte que si por desgracia eres uno de esos Empleados Públicos que el Partido Popular les ha agradecido su voto con una patada en el trasero, no provoque en ti rencor alguno, pero por lo menos ten buena memoria para no olvidar. Si por el contrario no les ofreciste tu voto, imagino que eras consciente de que cosas como estas podrían llegar a pasar, pero en este caso la realidad supera a la ficción.
Tenemos
un gobierno de incapaces que lo demuestran a diario tomando medidas sencillas,
fáciles, de primero de primaria. No hay que ser un ínclito personaje ni
coleccionar masters académicos para tomar medidas tan pueriles como las tomadas
contra el sector público. Una vez más llueve sobre mojado y el gobierno de
turno hace lo más sencillo recortar derechos del sector público atentando
contra sus Empleados, comportándose como vulgares filibusteros.
Puedes
seguir pensando que eres afortunado o incluso creerte el mensaje que la caverna
mediática inocula en los ciudadanos y sentirte un empleado de lujo, aya tú. O
por el contrario hacer gala de tus conocimientos (obligatorios para acceder a
cualquier plaza de la Administración) y demostrar que no eres parte del rebaño.
Eres un Empleado Público, un defensor de lo Público, un ciudadano por encima de
muchos de los mediocres que nos gobiernan y por lo tanto debes, con
profesionalidad y diligencia defender lo público de la voraz agresión del
Gobierno.
Es
momento de organizarse, de alzar la voz y estirar el cuello con gallardía. Es
momento de sentirse orgullo de representar a la clase trabajadora de lo
público. Es momento de acallar a la caverna, de decir BASTA y de plantar cara.
No es momento de esconderse, sino de legitimarse y de informar. Quien sobra, las
Fuerzas Armadas, Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, La Sanidad, Los
Servicios Sociales, La Educación, La Justicia, etc., servicios básicos y
públicos que garantizan un Estado de Derecho y que hoy son vilipendiados y
puestos en tela de juicio intentando minimizar su necesidad de manera torticera,
con la única finalidad de ponerlos en venta obteniendo un beneficio.
Nos
hemos convertido en el negocio con el que pueden especular y los empleados se
convierten en la garrapata que impide la transacción, quieren cambiar el
concepto de ciudadano por el de cliente. Ese es su Estado, ¿pero acaso es el
nuestro?, en ti esta el cambiarlo.
Nos
jugamos mucho, nos lo jugamos todo. Por eso, si estas de acuerdo con estas
letras y tu y yo pensamos lo mismo, no nos quedemos solos y crezcamos de manera
exponencial sumándonos a todo tipo de iniciativas que defiendan en lo que
creemos y por aquello a lo que hemos dedicado nuestra vida.
Nos
vemos…… “Si es público, es bueno”