"Leí mi relato esperando su opinión"
– ¿Que te parece?.
– No se, no me dice nada, no me emociona.
Un clic y desapareció de mi vista. Ella se acerco y con ambas manos rodeo mi cara, mientras sus labios violaban los míos y su lengua retaba a la mía. Nuestros cuerpos acalorados se estremecían a cada contacto; manos, dedos, lenguas.
El crepúsculo y la música de Stromboli ejercen como testigos y los gritos y jadeos dan paso a la quietud, la paz y el sosiego.
– Te quiero – dije con voz jadeante.
– Vamos a ser padres – contesto, con lagrimas en los ojos.