El momento del compromiso, empieza ya.
Observo con tristeza como la
organización a la que he dedicado más de 30 años de mi vida camina por una
senda que me disgusta, esa forma de escorarse que se empezó a percibir con la
entrada de la estructura regional en la Casa del Pueblo Vallisoletano, hacia un
Sindicato profesionalizado empieza a tener sus frutos. En aquellos momentos la
construcción de Gabinetes Técnicos para nada indicaba que su resultado final
fuera convertirnos en una flamante empresa que podría inequívocamente competir
con cualquiera de las que conforman la Confederación Vallisoletana de
Empresarios. Por el contrario, algunos creíamos que vendrían a reforzar con su
conocimiento y habilidades el trabajo sindical que cientos de compañeros a
diario generan en sus empresas. Craso error.
Y de aquellos barros estos lodos. Un
ERE que pone de patitas en la calle a 62 "compañeros/trabajadores"
con la falsa argumentación de la crisis, uniéndonos al exclusivo club de
aquellas empresas que al calor de la nueva reforma laboral tantas veces luchada
y criticada, alivian sus vergüenzas despidiendo a sus trabajadores a precio de
saldo. Acabado el ERE y en apenas 21 días, nuevamente la maquinaria empresarial
del sindicato de un solo y certero golpe se desprende de otro paquete de
"compañeros/trabajadores" que en algunos casos ayudaron a la
construcción de esta centenaria organización con su esfuerzo y su dinero.
Pero mientras, aquellos que no
flaquean en tomar decisiones de tal magnitud mandando a la calle a compañeros
que en muchos casos han entregado a esta organización lo que ninguno de ellos
podrá entregar en el resto de su vida, se convierten en vulgares lobos del
mundo empresarial constituyendo empresas de dudosa efectividad con el dinero de
los afiliados y de la sociedad en su conjunto. Juegan a ser empresarios, cuando
ni siquiera son capaces de demostrarnos que son lo suficientemente dignos de
llamarse sindicalistas.
Una situación interna como esta,
unida a la escasa respuesta sindical y a la falta de mensaje a unos
trabajadores que observan día a día la perdida de sus consolidados derechos.
Asistiendo atónitos al retroceso de los mismos sin ninguna contestación
mientras las cuentas Confederales informan que cerramos ejercicio económico con
importantes beneficios mientras nuestra organización despide de manera vil a
sus trabajadores con 20 días por año y sin notificación previa. Esta forma de actuar, estos nuevos derroteros
de un sindicalismo apartado de la realidad e instalado en la ignominia, son
motivos suficientes para tomar partido.
Necesitamos alzar la voz por
Federaciones, Uniones y Comarcas, tenemos que conseguir dignificar nuestro
mensaje animando a compañeras y compañeros a coger la batuta para una nueva
orquesta. Tenemos la obligación de regenerar una organización centenaria y eso
solo es posible desde la base y con la base, sin miedo ni ataduras y con los
Estatutos en la mano, es momento compañeras y compañeros de que la UGT abandone
la posición complaciente con los poderes a través de las subvenciones y que
abrace el legado obrerista que nunca debió olvidar, de nuestro fundador Pablo Iglesias.
A ello os animo, a tomar partido y generar ilusión en aquellos que nos rodean. La Unión General de Trabajadores es un Sindicato Centenario que no se puede permitir el lujo de mirar hacia otro lado en los momentos actuales y actuar como vulgares trileros acompañados y avalados por pedestres cuadros más preocupados por sus propios intereses que por los de aquellos a los que representan.
Por ello,
tomemos partido.
¿Cómo?
Participa
activamente en tu Sección Sindical y exige la información a la que tienes
derecho, que te expliquen:
- Por qué la UGT Castilla y León tiene varias empresas, a que se dedican y cuál es su fin.
- Por qué la UGT Castilla y León despide trabajadores utilizando la Reforma Laboral mientras crítica y combate a las empresas que lo hacen.
- Por qué la UGT Castilla y León argumenta la falta de dinero para despedir a trabajadores y mientras constituye una empresa por valor de 800.000 €.
- De dónde salen los 800.000 € y para qué son los beneficios de la empresa, podrían ser también una buena pregunta.
Y sobre todo
pregúntales a tus compañeros por qué lo permiten, por qué no estamos en la
calle combatiendo las políticas neoliberales del Partido Popular, por qué
nuestro sindicato se esconde detrás de "mareas" de infinitos colores sin dar
una respuesta clara y contundente. Sería bueno que les recuerdes que los
millones de ciudadanos y ciudadanas que se encuentran en paro, también son
trabajadores que esperan ansiosos sus medidas de ayuda y de reivindicación.
Y cuando te
respondan a todo ello o si por el contrario no tienen respuesta a nada invítales
a que contigo tomen partido.
Consolidemos
y administremos el descontento de una organización más nuestra que de ellos y
no permitamos que la ignominia nos arrastre a la desaparición después de la
vergüenza.
Yo siempre,
sin dudarlo nunca, ni tan siquiera tres veces, he sido de la UGT he defendido
sus siglas, sus valores y principios. Tampoco he dudado en criticar con
virulencia a aquellos que hacen de esta organización su chiringuito, intentando
perpetuarse en el tiempo, acostumbrando a los afiliados a la extraña orfandad
de “yo o la nada”. Por ello creo estar en la posición correcta y os animo a que
me acompañéis en esta peculiar cruzada hacia el infinito, solo si somos muchos
lo conseguiremos y de lo contrario solo haberlo intentado lo considero un nuevo
triunfo.