miércoles, 27 de mayo de 2009

Estrés


Conozco esa extraña enfermedad del siglo XX, que se hará pandemia en el siglo XXI, “estrés”. La conozco y es una de mis mejores compañeras. Decir esto puede parecer absurdo para el resto de los mortales, lo admito, pero algo raro soy, lo reconozco.

Solo cuando el nivel de estrés mantiene mis limites, al limite, me siento vivo, es una barata y extraña droga de consumo legal que hace que la sangre fluya y el cerebro este siempre vigilante, y a pleno rendimiento.

Cuando la agenda se desborda y mis citas no entran entre los minutos de la parrilla que define el día, cuando las ideas fluyen con la rapidez que el fósforo entra en ignición, cuando los demás se ven desbordados por tu propia iniciativa; es entonces y solo entonces cuando mi cuerpo se encuentra en perfecto estado de revista.

Estrés, “palabreja” extraña que para algunos se convierte en una alteración física o psíquica por exigir a su cuerpo un rendimiento superior al normal, se que te padezco y que convivo contigo desde hace años, nos hemos convertido en amigos inseparables y sobre todo, hemos sido leales el uno con el otro.

Tú no me generas ansiedad, ni angustia, ni fatiga, ni siquiera agotamiento. Muy al contrario, me regalas la tensión que mi cuerpo necesita para alcanzar el nirvana que otros buscan y mueren sin encontrar.

Gracias…..

1 comentario:

cal_2 dijo...

La vida es tal, mientras uno se siente como una moto, unas veces al ralenty, otras petardeando pero siempre moviendose. Por eso, el dia que me tengan que meter en el garaje, aquel que más me quiera que me dé un golpe en el cogote como a los conejos. Gracias por volver a escribir, amigo


(...)“Se trata de hombres de diversas estirpes, que profesan diversas religiones y que hablan en diversos idiomas.Han tomado la extraña resolución de ser razonables.Han resuelto olvidar sus diferencias y acentuar sus afinidades. (...)


Jorge Luís Borges.