domingo, 16 de agosto de 2009

Sueños de verano....

Su cuerpo yacía a mi lado, la concentración de calor en la habitación era respirable, mientras, ella, abandonada a la pausada respiración dominada por los sueños. Me encontraba observándola como un vulgar mirón, mi corazón excitado aceleraba mi respiración, mientras, su boca medio abierta invita a la pasión y sus parpados ocultan sus irresistibles ojos, una camiseta sin mangas de finos tirantes y escote pronunciado oculta sus pechos, mientras un pantaloncito corto, esconde de mi mirada su preciado tesoro.

Acerco mí cara a su cara, puedo sentir su olor muy cerca, mi corazón responde al estimulo oloroso acelerando aun mas mis pulsaciones, mientras ella sigue sin percibir mi cercanía. Las yemas de mis dedos recorren su cuerpo construyendo un mapa de todas sus zonas erógenas, algo me impide parar mientras observo y escucho como su respiración se acelera.

Las gotas de sudor recorren mi frente depositándose en mis pestañas, mi brazo izquierdo soporta el peso de la cabeza sobre mi mano, mientras el derecho, a cada segundo cobra vida propia y poco a poco va invadiendo su intimidad. Mis caricias sobre la breve tela van obteniendo respuesta de sus altivos pezones, la pelusa de su torso y de sus brazos se eriza y se estira con vida propia mientras mis dedos, despacio pero sin pausa, intentan ganar la batalla a la prenda que les separa de su sexo.

Noto como su respiración se incrementa segundo a segundo mientras muerde sus labios y sus ojos se mueven en el interior del parpado, mis dedos han ganado la última batalla atacando su lampiño vientre, mientras se impregnan de su más preciado tesoro. Sus piernas se arquean sin mostrar resistencia en un acto de bienvenida y en ese momento, mi mano se desliza al exterior marcando con las yemas de los dedos el camino recorrido.

Ella sigue hay, retorciéndose y moviendo su cabeza de un lado a otro de la almohada, mientras yo saboreo su néctar de cada uno de mis dedos.

Inclino mi cuerpo, depositando el mismo sobre mis rodillas y mientras las yemas de mis dedos indican a cada una de sus terminaciones nerviosas el camino recorrido con antelación, ella eleva levemente su cintura invitándome a retirar la frontera de su desnudez, deslizo su pantalón rozando sus muslos hasta que la prenda abandona su preciado cuerpo y caigo rendido ante la belleza de su “Monte de Venus”.

Allí estaba yo, cubierto con un pequeño bóxer mientras el sudor hacia que mi cuerpo brillara en la penumbra, y ella, desnuda de cintura para abajo moviendo su cuerpo con cierta desesperación mientras sueños y realidad pugnaban en su interior. Ávido de deseo mi lengua inicio un recorrido desde sus tobillos con un final predecible, en el cual, todos mis sentidos disfrutaron de la más maravillosa de sus orgías.

Tras largos segundos, que parecieron horas, sus manos rodearon mi cabeza invitándome a seguir, notaba sus dedos apretar mis sienes mientras escuchaba sus gemidos y por un instante, la calma llego al lecho, su cuerpo se estiro relajado, olvidando la tensión anterior y sus manos izaron mi cabeza y la arrastraron hasta su boca, donde un lengua atrevida, ansiosa y codiciosa firmaba con su arrogancia el principio de una noche de pasión.

1 comentario:

cal_2 dijo...

Nada como unos dias de relax para producir más obra en el blog. Emhorabuena.


(...)“Se trata de hombres de diversas estirpes, que profesan diversas religiones y que hablan en diversos idiomas.Han tomado la extraña resolución de ser razonables.Han resuelto olvidar sus diferencias y acentuar sus afinidades. (...)


Jorge Luís Borges.