Mujeres curtidas por el hambre y la necesidad, supervivientes de una atroz guerra que enfrento hermanos y mato a sus hijos, mujeres de leyenda a las que nunca se hará justicia, que sacaron adelante toda una generación sin nada que llevarse a la boca, mujeres y a la vez madres, que lucharon con tenacidad y firmeza.
Mujeres nacidas en época de libertades y derechos, criadas en los estertores de la Republica, ven confinadas sus ideas maniatados sus derechos y condenadas de por vida, a la férrea y vil Dictadura de los militares y la iglesia.
Sociedad civil maniatada, callada, vapuleada y humillada; tiene en sus mujeres su mejor aliado, mantienen la familia sin apenas recursos educándola en la vida de la escasez y la necesidad, se transforman camaleonicamente en función del momento por pura supervivencia y amamantan el futuro de una democracia que muchas no pudieron ni siquiera disfrutar.
Ellas, las grandes olvidadas de esta España a veces indolente, a las que se las debe todo y nunca pidieron nada, acompañadas del llanto seco que produce la rabia y la libertad que garantizaba el silencio, paso a paso con la mirada al frente y sin perder camino, salieron adelante.
Son ellas, nuestras mujeres españolas, el mejor legado que pudo recibir una sociedad con ganas de cambio, solo ellas hicieron posible tanta resistencia y solo ha ellas debemos agradecer tanto esfuerzo.
Por ellas y para ellas...
Mujeres nacidas en época de libertades y derechos, criadas en los estertores de la Republica, ven confinadas sus ideas maniatados sus derechos y condenadas de por vida, a la férrea y vil Dictadura de los militares y la iglesia.
Sociedad civil maniatada, callada, vapuleada y humillada; tiene en sus mujeres su mejor aliado, mantienen la familia sin apenas recursos educándola en la vida de la escasez y la necesidad, se transforman camaleonicamente en función del momento por pura supervivencia y amamantan el futuro de una democracia que muchas no pudieron ni siquiera disfrutar.
Ellas, las grandes olvidadas de esta España a veces indolente, a las que se las debe todo y nunca pidieron nada, acompañadas del llanto seco que produce la rabia y la libertad que garantizaba el silencio, paso a paso con la mirada al frente y sin perder camino, salieron adelante.
Son ellas, nuestras mujeres españolas, el mejor legado que pudo recibir una sociedad con ganas de cambio, solo ellas hicieron posible tanta resistencia y solo ha ellas debemos agradecer tanto esfuerzo.
Por ellas y para ellas...
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